La historia de los murales impresionistas
En el siglo XIX, un grupo de artistas en Francia comenzó a dibujar y pintar paisajes y escenas de la vida cotidiana. Querían mostrar y exponer las cosas mundanas y sencillas de la vida como cocinar, dormir y bañarse, pero de una manera diferente. Verá algunas de estas actividades en el surtido de murales impresionistas de Photowall. Volviendo al pasado, estas cosas pueden parecer bastante normales de ver en el arte ahora, pero en el siglo XIX la mayor parte del arte que se hacía en Europa tenía temas mucho más grandiosos, como escenas de batallas de la historia o historias de fábula de la antigua Grecia y Roma. Al principio, a mucha gente no le gustaba el impresionismo, ya que pensaba que era un poco desordenado y que los cuadros parecían inacabados. Pensaban que el arte debía ser más estructurado y que los temas del arte debían ser mucho más importantes que las meras escenas cotidianas. Otra faceta de la colocación de un mural de pared impresionista en su casa u oficina es la de la historia. La mayoría de los artistas del movimiento no podían vender sus cuadros y vivían en la pobreza durante años, si no toda su vida. Uno de los pintores más famosos de la época, Vincent Van Gogh, sólo vendió un cuadro en su vida, y su único comprador fue su hermano. Los murales de pared del impresionismo presentan una de sus veneradas obras, el artículo titulado "Vincent van Gogh - Arles", una escena bellamente capturada que muestra ese singular estilo suyo.
Uso correcto
Un hogar con el estilo que dan los murales de pared del impresionismo debe ser luminoso, elegante y desenfadado. Como su decoración debe crear una atmósfera de libertad y apaciguamiento, utilice estos motivos para revelar la personalidad y el carácter de su propietario. Los colores claros y brillantes, así como sus diferentes tonalidades, son un sello distintivo de los murales de pared impresionistas. Por eso hay que prestar especial atención a la iluminación de la habitación que se quiere embellecer con estos sorprendentes diseños. Utilice colores oscuros, pero sólo en un pequeño detalle para enfatizar el tono básico. Por ejemplo, si utiliza el mural de pared impresionista titulado "Fontainebleau - Claude Monet", asegúrese de que los componentes interiores circundantes tengan un bonito contraste con este espectacular punto focal.
El prestigio de los murales de pared impresionistas
Este particular estilo de arte se deleita en su falta de claridad, en las composiciones ordenadas y en los colores claros. A la hora de elegir sus murales de pared impresionistas, debe tener en cuenta que los artistas impresionistas no intentaban pintar un cuadro realista, sino una impresión de lo que la persona, el objeto o el paisaje les parecía en ese mismo momento. Querían captar el movimiento y la vida de lo que veían, presentándonoslo como si estuviera sucediendo ante nuestros ojos. Por eso los murales del impresionismo pueden parecer tan personales e íntimos. Aunque los artistas de este movimiento solían pintar de forma espesa y con pinceladas rápidas, hay una sensación y una emoción muy marcadas, a diferencia de la mayoría de las pinturas anteriores al impresionismo, que tenían una superficie mucho más plana y limpia en la que no se veían realmente las pinceladas. "Nenúfares II" es un gran ejemplo de ello, un magnífico mural de pared impresionista que podría exponerse en cualquier espacio residencial, corporativo o recreativo en el que no desentonaría.